Hacer graffitis la convierte en la putita de la estación de policía


La chica es atrapada haciendo graffitis y la obligan a limpiar la pared. La chica lo intenta, pero es imposible. La llevan a la estación de policía, donde la tienen desnuda y le meten una gran polla en la boca, follándole la boca sin compasión. Luego en la celda el guardia le masturba el coño y la folla haciéndola gemir de placer. A partir de ese momento la chica es el juguete sexual del escuadrón