La vecina le hace una mamada


Apenas se va el marido a trabajar, la vecina le toca el timbre y el la recibe con los brazos abiertos y la polla dura. Casi sin decir una palabra la chica se arrodilla y le venera la polla grande. Ella le hace una mamada lenta y con mucha saliva, disfrutando la sensación de la polla dura en la boca hasta que el eyacula sobre el rostro de la mujer